Mi vida sin mi...

Buenas, querido lector:

No me extenderé mucho, ya que no creo que esto lo lea demasiada gente. Tan solo explicare porque he creado este blog y que aparecerá aquí.

Esta semana ha sido extremadamente mala para mi. Dios esta decidiendo llevarse una de las cosas que mas quiero en este mundo. Y mientras lo decide, mi pena es cada vez más grande... No me imagino mi casa sin ella. Es mi perrita y se llama Niki. Y te esperaba en la puerta al entrar. Te olía la ropa, y pedía insistentemente una caricia y unas palabras, acosándote cariñosamente con unos ojos grandes y brillantes, que han perdido la luz hace tan solo unos días.

Mi casa parece vacía ahora que ella no esta. Recuerdo hace dos días el momento en que entre por la puerta a las 4 de la mañana después de haberla dejado en un hospital para perros donde aun sigue moribunda y esperando a que llegue un milagro o a dejar de respirar y despedirse de mi y de mi familia.

Pude tocar el silencio... No se escuchaban sus pequeñas patas que venían a recibirte. Ni había nadie tras la puerta esperando para darte la bienvenida mas sincera que una persona puede recibir. Su manta y sus platos aun siguen puestos en donde se quedaron... Se nos hace muy duro quitarlos mientras su corazón sigue luchando. Un corazón de oro, que jamás mostró los dientes a nadie. Una perrita noble que nunca hizo daño a nada y que solo tenia el defecto de ser demasiado buena.

Siempre quise empezar un blog, pero no me decidí nunca. Hoy no se porque lo he hecho, porque ni siquiera estoy de ánimos para hacerlo. Pero pienso que Niki se merece que alguien la recuerde. Se merece unas líneas para que todo el mundo sepa que existió y que se llevo un pedacito de mí.

No te olvidare jamas.