miércoles, febrero 22, 2006

Vacio

Bebo un sorbo de Pepsi… ¿Qué tendrá esta bebida que no me canso nunca de ella?... Las burbujas revolotean en mi boca como mariposas… Mi hígado lo pagará algún día… PAUSA…

Miro el teclado…, la pantalla…, vuelvo la cabeza…

Me aburro tanto…, el tiempo pasa tan despacio…
Si mi cabeza explotara, estoy seguro de que mis sesos no llegarían al suelo hasta que el sol no se hubiera escondido…, vaya días tan largos…, vaya vida tan corta…

Me mantengo en un estado de letargo…, casi he olvidado lo que es la tristeza…, y he olvidado por completo lo que es la felicidad. Creo que de seguir así podré ser como una piedra.
Fuerte…,
serena…,
fría…,
muerta…

Zummmm, oigo un zumbido. Extrañas sensaciones demuestran que estoy vivo. Luces, colores, olores, sabores. Soy un bebe encerrado en un cuerpo de adulto… ¿lo soy… o quiero serlo?...

SILENCIO…

Ha llegado alguien. Ah, no os preocupéis, soy yo. Tranquilos, conmigo aquí es improbable que haga algo malo… Me hablo, me tranquilizo, y me cuento mis chistes… que no se porque, siempre me hacen gracia, como decía Ismael Serrano…

Me acerco al espejo y me miro sin verme. El mundo que me rodea es mas real que yo. ¿Qué clase de persona no se conoce a si mismo? ¿Qué clase de persona es capaz de admitir que se conoce?

Al contrario que hace años; la monotonía me tranquiliza, a la vez que me preocupa. Prefiero que no pase nada, a que pase algo, y sea malo. Tengo miedo de mí. Miedo de ahogarme. O mas bien, de ahogarme y no querer hacer nada por evitarlo…, de desearlo…, de ser yo quien meta la cabeza bajo el agua...

MORIR…

Que miedo… Mejor no pensarlo. Prefiero vivir siendo una piedra que morir y no ser ni siquiera eso… Hasta una simple piedra puede estar al lado de las flores.

¿Qué lugar me acogerá después de ese paso? ¿Qué será de mi cuando haya muerto? ¿Qué sentiré un minuto antes? ¿Dónde será? ¿Cuándo?

¿Por qué estoy obligado a conocerla? Me gustaría no saber que existe.

Y pensar que es inevitable…

SANGRO…

Mi mente se deshace en cientos de miradas furtivas… Amenazan, intimidan, apedrean. No conozco a ninguna…, ninguna me conoce a mi. Alfileres que se clavan… No duelen, pero dejan huella.

Vivo…

No estoy triste…, tampoco contento. Hace mucho tiempo que no soy yo el que vive en mi. Hace mucho tiempo que vivo… mi vida sin mí.

domingo, febrero 12, 2006

A las cinco en casa

En “el semanal”, una revista que reparte el periódico “El Sur” semanalmente, leí esta mañana un reportaje llamado “a las cinco a casa”. Que no trata de otra cosa que del horario laboral de los españoles comparado con el del resto de los europeos, y de las costumbres de estos a la hora de salir del trabajo.

Lo cierto es que sueño con que algún día se haga realidad, y que la gente de mi alrededor pueda ver el sol brillar en todo lo alto a las cinco de la tarde, ir de tiendas, disfrutar del tiempo libre, y tener un poco de vida social. Porque recuerdo cuando yo tenia ese horario estándar que suele ser de 9 a 13.30, y de 15.30 a 19h… y creo que veía el sol durante una media hora diaria.

Cuantas veces no han preguntado ¿Oye, tu ves a fulanito?
- Fulanito? Ufff, ese… desde que empezó a trabajar ni se le ve el pelo.

Claro está, es raro el día que la peña sale de trabajar a la hora que debería salir. Imaginemos un día normal de curro a la hora de irse para la casa.

- ¿A donde va Señor Gutiérrez?
- Pues pensaba ir a casa a estar un rato con los niños y con mi mujer. Que ya es la hora de salir y supongo que me andarán esperando.
- Intenta usted robarme señor Gutiérrez, me esta despojando del derecho de no dejarle ver a su familia, de no dejarle comer tranquilo, y de disponer de todo el tiempo libre que usted tenga. Con esos 700€ mensuales que gana debería ser mas considerado con esta empresa. Y mirar mas por su buen funcionamiento. ¿Por qué no querrá que le pague las horas extras ¿eh Gutiérrez?, para media hora que se queda…
- Es verdad, me quedare aquí y pagaré las ruedas del coche nuevo que se ha comprado, porque total, ya que casi lo he terminado de pagar con lo que debería pagarme y no me paga…, pues ya lo completamos ¿no?...

También podíamos leer en el reportaje algo muy curioso. Mientras que en algunos países la gente espera a que alguien se vaya primero para irse y no parecer que están deseando acabar la jornada (porque parece ser que no tenemos derecho a eso), en otros, esto se ve mal. Y la persona que se queda más tiempo del habitual es considerado un pelota o un sucio competidor.

Pero esto no acaba aquí claro… luego esta el tipo de gente a la que le gusta este horario…, le gusta trabajar gratis o que viven para limpiarle el intestino a su jefe a base de aspirar fuertemente. Y que no acabando ahí, además no le gusta que los compañeros disfruten de un horario que les hace feliz y hace que asistan al trabajo de forma saludable. Este tipo de gente ya es un caso aparte, aunque el caso es que esta especie abunda mucho más de lo que pensamos.

Este tipo de gente, al leer esto, puede pensar que el que escribe es un vago... que lo que pasa es que me molesta que haya gente a la que le guste trabajar…y sea capaz de centrar su vida en eso…

Pues bien… si el hecho de querer trabajar para vivir bien me hace ser un vago… perfecto. Lo que no quiero es llegar a vivir mal para trabajar bien. Quiero horarios que no te arrebaten la existencia. Que mi vida no se limite a un misero fin de semana. Que me paguen lo que me corresponda, y trabajar lo estipulado en el contrato. Quiero que no me miren mal por salir a la hora en punto. Que no me llamen pica tarjeta, y que a la gente que trabaje conmigo no le moleste que sea feliz.

¿Llegaremos a conseguirlo algún día?

viernes, febrero 03, 2006

Una de fantasmas

Bien, el tema que hoy nos atañe es un tanto peliagudo. Antes quiero decir que mi intención no es ir de listo, ni alzar la bandera triunfante como salvador del mundo. Simplemente quiero aportar mi opinión sobre el tema a tratar; que lejos de considerarme un experto, si que puedo decir que soy un buen aficionado y me creo con la capacidad de poder abordarlo tanto técnicamente como parapsicológicamente. Ya que a costa de resultar pedante debo decir que soy diseñador profesional y experto en un programa conocido por mucha gente llamado “Adobe Photoshop”, además de otros mas que no vienen al caso. Y cuando me refiero a “experto”, lo que quiero decir es que se usar el programa en su totalidad, no solo técnicamente, sino teóricamente. Y que llevo trabajando con el muchos años. Además de que mi condición de pre-impresor, me permite tener conocimientos sobre colorimetría, soportes, tipos de películas, retoques fotográficos, densitometría, y demás… en fin, después de toda esta pedantería, sigamos...

Iker Jiménez, presentador y moderador de Cuarto Milenio y Milenio 3, además de un gran profesional y un digno sucesor del maestro, el doctor Jiménez del Oso, presentó hace mas o menos una semana y media unas fotografías que presumían ser ciertas, porque nadie había podido demostrar lo contrario… Algo que cuanto menos resulta desconcertante.

Imaginad un juicio… somos culpables… pero no lo somos porque alguien haya demostrado que lo seamos. Sino que somos culpables porque nadie puede demostrar que sea inocente… aunque en realidad no haya hecho nada. Pues es ahí donde quiero llegar.

La foto en cuestión es esta:



A simple vista puede que el lector no haya podido distinguir nada del otro mundo… excepto que la foto ha sido tomada en un cementerio. Así que para un mejor entendimiento pondré la imagen ampliada de la parte de la foto que interesa.


En esta parte de la imagen se ven a tres niñas, con vestidos largos y pomposos de época, o incluso podríamos decir que son trajes de comunión. Y sobra decir que presuntamente son fantasmas… no estaban allí en el momento de tomar la foto y ha causado un gran revuelo y la pérdida de prácticamente un programa entero de cuarto milenio.

Antes de seguir quiero decir que JAMÁS pondría en duda al señor Iker Jiménez, al que admiro profundamente y al que avalan cientos de investigaciones apasionantes y realmente envidiables.

Dicho esto quiero puntualizar algo que se dijo muchas veces en el programa. Era algo asi como “si es un montaje, el tipo que lo ha hecho debe ser un profesional”. Una frase que esta MUY lejos de la realidad. Yo puedo decir que cualquier persona que haya dedicado 5 horas de su vida a investigar photoshop de forma mas o menos seria, puede hacer ese montaje o uno mejor. Y que conste que no pongo en duda su veracidad. Ya que no quiero pecar de listillo sin saber la verdad. Pero técnicamente es un juego de niños.

Otro punto a destacar es que la opinión de un ingeniero informático no se tuvo en cuenta para nada. Ya que dijo que la imagen había sido retocada por photoshop, y que en un juicio esta prueba no seria válida. (Aunque también puntualizó a favor de la misma que el retoque o modificacion podría haber sido efectuado para reducir su tamaño y así facilitar su envio por e-mail.*) Y aun así, el programa decidió seguir con el ambiente misterioso que emana la supuesta foto. Y además, no logro comprender el motivo que ha evitado tener el original, que no es otra cosa que la imagen recién extraída de la cámara. Que aunque se encuentre en el disco duro del ordenador, sigue siendo válida siempre que no se haya retocado con ningún programa y guarde la información de la misma. Ya que lo normal es que cuando una persona abre una foto y la retoca, guarde la retocada con otro nombre diferente para no estropear la anterior.

Otra cosa que me llamo la atención sobremanera, es que la foto era reciente, la familia era del mismo sitio, y dio la casualidad de que se fueron a hacer fotos al cementerio. Da la casualidad de que sale un fantasma y claro… da la casualidad de que hay un programa que emite cuatro, llamado “cuarto milenio” donde pueden ver la foto y quedarse con la confianza de millones de personas.

Con esto ultimo no busco culpables. Solo quiero exponer mi versión sobre el tema. Ya que a mi, personalmente, me parece que las fotos están hechas a propósito para realizar el montaje. Porque no veo normal hacer fotos en un cementerio a esas horas, si no es para hacer “la gracia”. Y aun veo menos normal, que luego esas fotos fueran enviadas… y otra persona se diera cuenta de lo que salía en ellas.

Os imagináis que un amigo os manda fotos de un cementerio… así, sin venir a cuento…

Iker Jiménez confiaba muchísimo en la familia que donó las fotografías. Y yo también lo hago. Pero puede que alguien ajeno a ellos pueda haberles jugado una broma muy pesada…

Espero vuestras opiniones sobre el tema…

Gracias por tomaros un tiempo en leer esto.

(*) Informacion incluida con posterioridad al post.