martes, marzo 20, 2007

La carta - Parte II

Después de unos días sin saber si podía o no publicar la historia, aquí esta la segunda entrega de la misma :)

No puede ser – reí – ¡Que tontería!.

A pesar de mi convencimiento me levanté rápido y corrí hacia la entrada. - Puede ser otra cosa – me decía a mi mismo una y otra vez. Quizá en otro momento, no me habria fijado en ella, ya que el sobre no tenia nada en especial, pero sin saber porque aquella carta me decía algo…

Las cartas no andan, eso lo sabía de sobra, pero algo me decía aquella mañana invernal que era el mismo sobre que había visto caer por la puerta. No llegaba a averiguar porqué, pero tenia esa idea metida en la cabeza. El trayecto desde el salón a la entrada se me hizo realmente eterno. Una vez llegué allí corroboré lo que me temía. La carta no estaba, y yo no recordaba haberla cogido y no podría haber sido nadie mas, pues vivía solo desde hacia un año, desde que pasó aquello...

Un poco asustado (porque no decirlo) regresé a la habitación donde el olor del humeante café me hizo olvidar por un momento aquel pensamiento borroso y me senté pensativo en el mismo lugar de antes. Cogí la carta entre mis manos y sin volverla la examiné un momento. Estaba ligeramente manchada, parecía barro, asi que no cabía ninguna duda, pues la entrada estaba llena de pisadas de la lluvia. Lo que significaba que esa carta había estado en algún momento en la entrada de la puerta, pero... ¿cómo había llegado hasta ahí? No lo sabia, aunque en ese momento no me importo demasiado, pensé que seguramente habría sido yo y no me acordaría.

Sin mas contemplaciones, pues no tenia ganas de perder la mañana entera con una semejante tontería, le di la vuelta al sobre y atrás tenia un remitente, era solo un nombre y en el momento que lo vi quedé paralizado, los oídos me empezaron a retumbar, y un sudor helado me recorrió la frente. Por unos momentos se me nubló la vista al leer aquellas palabras. Era ese nombre..., el que tantas noches de sueño me había quitado, mi vida, mi ilusión, mi amor y mi perdición, -tanto te quise a mi lado y ahora intento olvidar para no caer de nuevo...- Noté unos instantes como mis manos temblaban y la carta pesaba tanto como un saco de cemento. Pero logré recuperarme un poco y volver a lo que estaba haciendo.

- ¿Ángela? –dije mientras se me escapaba todo el aire de los pulmones y unas lagrimas que caían al suelo como granizo.

El nombre estaba escrito por una mano temblorosa, pero lo que me impactó de verdad fue la forma de las letras y especialmente la de la A mayúscula, pues si no creyera imposible habría jurado que ese nombre lo había escrito ella...

Ángela era mi mujer. Y hacia un año que desapareció y había sido dada por muerta o por fugada. Cierto es que jamás llegaron a encontrar su cuerpo con o sin vida. Pero el hallazgo de alguna de sus pertenencias no daban otra explicación al caso..., yo sabia que ella nunca me abandonaría, o al menos eso quería creer…

Los vecinos intentaban no recordarme mucho lo que pasó, y ni siquiera me hablaban de ella. En el trabajo, aun muchas palabras de ánimo (o desánimo) me atacaban por los pasillos. Yo prefería que no me dijeran absolutamente nada, aunque no había día que no recordara su aliento, su rostro, su risa... y esos besos mágicos que me hacían sentir frío y calor al mismo tiempo. Sin duda, no había día que no prefiriera que lo que le pasó a ella me hubiera pasado a mí. Así no tendría que soportar la vida sin su voz, ni a gente cotilleando a mis espaldas, ni un año entero de pésames, ni a la policía diciendo “hacemos lo que podemos”, ni la incertidumbre de no saber si vive.

Sinceramente mi vida desde hacia un año era una batalla entre el recuerdo que me abrigaba, y el olvido al que me entregaba para encontrarle de nuevo sentido a seguir adelante. Pero francamente, mucho era el dinero gastado en psicólogos y muy poco el resultado. Habia aprendido a malvivir sin ella, pero en muchas ocasiones desee acabar con todo… Aunque ese deseo de llegar hasta el final del asunto me hacia seguir en pie y luchar con las fuerzas que me quedaban.

Parte 1

7 comentarios:

Vero dijo...

mmmmm, por qué tengo la sensación de haberme quedado a medias? :S

La mirada del mono dorado dijo...

joe yo con estas cosas me cago
-perdón por la expresión- Pero es verdad. Espero que no este muerta...que no este muerta...(cruzó los dedos, que miedo me dan estas historias).

jajaja. Espero que pongas lo siguiente rápido...

Vero dijo...

Ah, vale, que faltan más partes xDDD así me había quedao yo a medias :p

y por qué pensaba yo que sólo eran 2? :S

la pequeña tortuga dijo...

qué intriga....ahora no digas que no te dejan publicar lo que quede ¿eh?

Faboo dijo...

¡Hala! ¿Habrá pues versión fílmica de la historia?

Soy Francis...autor de esto... dijo...

Buenas de nuevo Toni. Por estas fechas tan señaladas vuelvo a la vida ... muy propio por otro lado en Semana Santa. Bueno, una frase que califique lo que conocemos hasta el momento de la historia: "terror, intriga, dolor de barriga..." esta mu bien... quiero saber el final!!!!!

La mirada del mono dorado dijo...

DONDE ESSSTTTTTTTTTTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS????????????????????????????????????????????????????