A las cinco en casa
En “el semanal”, una revista que reparte el periódico “El Sur” semanalmente, leí esta mañana un reportaje llamado “a las cinco a casa”. Que no trata de otra cosa que del horario laboral de los españoles comparado con el del resto de los europeos, y de las costumbres de estos a la hora de salir del trabajo.
Lo cierto es que sueño con que algún día se haga realidad, y que la gente de mi alrededor pueda ver el sol brillar en todo lo alto a las cinco de la tarde, ir de tiendas, disfrutar del tiempo libre, y tener un poco de vida social. Porque recuerdo cuando yo tenia ese horario estándar que suele ser de 9 a 13.30, y de 15.30 a 19h… y creo que veía el sol durante una media hora diaria.
Cuantas veces no han preguntado ¿Oye, tu ves a fulanito?
- Fulanito? Ufff, ese… desde que empezó a trabajar ni se le ve el pelo.
Claro está, es raro el día que la peña sale de trabajar a la hora que debería salir. Imaginemos un día normal de curro a la hora de irse para la casa.
- ¿A donde va Señor Gutiérrez?
- Pues pensaba ir a casa a estar un rato con los niños y con mi mujer. Que ya es la hora de salir y supongo que me andarán esperando.
- Intenta usted robarme señor Gutiérrez, me esta despojando del derecho de no dejarle ver a su familia, de no dejarle comer tranquilo, y de disponer de todo el tiempo libre que usted tenga. Con esos 700€ mensuales que gana debería ser mas considerado con esta empresa. Y mirar mas por su buen funcionamiento. ¿Por qué no querrá que le pague las horas extras ¿eh Gutiérrez?, para media hora que se queda…
- Es verdad, me quedare aquí y pagaré las ruedas del coche nuevo que se ha comprado, porque total, ya que casi lo he terminado de pagar con lo que debería pagarme y no me paga…, pues ya lo completamos ¿no?...
También podíamos leer en el reportaje algo muy curioso. Mientras que en algunos países la gente espera a que alguien se vaya primero para irse y no parecer que están deseando acabar la jornada (porque parece ser que no tenemos derecho a eso), en otros, esto se ve mal. Y la persona que se queda más tiempo del habitual es considerado un pelota o un sucio competidor.
Pero esto no acaba aquí claro… luego esta el tipo de gente a la que le gusta este horario…, le gusta trabajar gratis o que viven para limpiarle el intestino a su jefe a base de aspirar fuertemente. Y que no acabando ahí, además no le gusta que los compañeros disfruten de un horario que les hace feliz y hace que asistan al trabajo de forma saludable. Este tipo de gente ya es un caso aparte, aunque el caso es que esta especie abunda mucho más de lo que pensamos.
Este tipo de gente, al leer esto, puede pensar que el que escribe es un vago... que lo que pasa es que me molesta que haya gente a la que le guste trabajar…y sea capaz de centrar su vida en eso…
Pues bien… si el hecho de querer trabajar para vivir bien me hace ser un vago… perfecto. Lo que no quiero es llegar a vivir mal para trabajar bien. Quiero horarios que no te arrebaten la existencia. Que mi vida no se limite a un misero fin de semana. Que me paguen lo que me corresponda, y trabajar lo estipulado en el contrato. Quiero que no me miren mal por salir a la hora en punto. Que no me llamen pica tarjeta, y que a la gente que trabaje conmigo no le moleste que sea feliz.
¿Llegaremos a conseguirlo algún día?
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